viernes, 15 de junio de 2012

Declaración Encuentro Preparatorio Cumbre de los Pueblos Rio +20 Por la Justicia Social y Ambiental


Medellín, Colombia
5, 6 ,7 y 8 de junio de 2012

Nosotros, hombres y mujeres participantes en el Encuentro Preparatorio de la Cumbre de los Pueblos realizado en Medellín, Colombia, del 5 al 8 de junio, representantes de diversas organizaciones ambientalistas, campesinas, de mujeres, de jóvenes nos reunimos en este evento de carácter autónomo, plural y auto gestionado, vinculado con la Cumbre de los Pueblos por la Justicia Social y Ambiental, por motivo de la Conferencia de la ONU sobre el Desarrollo Sustentable – UNCSD 2012Rio+20.

El proceso de internacionalización, o mejor, la imposición del capitalismo transnacional y su modelo de acumulación se han aplicado de manera violenta en Colombia: cuatro millones 300 mil  personas desplazadas, diez millones de hectáreas arrebatadas de manos campesinas, de comunidades negras y pueblos indígenas nos causan indignación y vergüenza. Más de cuatro millones de seres humanos, colombianas y colombianos, expulsados de su terruño, de su vereda, de su vecindario. Rotos los vínculos, destruida la cadena de los afectos acumulados en años y años de historia hecha en la solidaridad vecinal, en el trabajo común, en la construcción en convite y en minga, del acueducto Veredal, del trapiche comunitario, del camino vecinal. Hoy viven apeñuscados en las goteras de ciudades y pueblos, añorando su vida de antes; de la ruptura violenta de las relaciones sociales y ecológicas, culturales y económicas con su terruño, ante la imposición de modelo extractivista y depredador del medio ambiente que en el actual plan de desarrollo nacional se denominan las “locomotoras del desarrollo”.

El proceso de privatización de los bienes comunes continúa. El acaparamiento de tierras no se detiene y es muy tímida la respuesta estatal que busca restituir los derechos de las familias desplazadas mediante las leyes de tierras y de víctimas. La exploración y explotación minero-energética se hace más intensa, en la última década Colombia se ha convertido en uno de los países latinoamericanos más atractivos para la inversión extranjera en el sector minero. Entre 2001 y 2011 fueron concesionadas cerca de 6 millones de hectáreas para explotación minera y cerca de 67 millones –es decir el 60 % del territorio del país- fue solicitado para esta actividad; y en lo que respecta a la construcción de grandes represas, siempre sobre estiman los beneficios, y no se dimensionan acertadamente los impactos y conflictos generados.

Se les brindan condiciones a las multinacionales del agua, la minería, la producción de agrocombustibles y la explotación petrolera y termoeléctrica, en contra de las economías y modos de vida de las comunidades indígenas, campesinas y afrocolombianas y urbano populares.

El gobierno de Colombia ha preparado un documento que está en proceso de divulgación en el que sustenta los Objetivos de Desarrollo sostenible como una manera de tratar de concretar resultados, pues el debate y los acuerdos son etéreos hasta ahora, lo que no quiere decir que esta conferencia sea inofensiva.  Al contrario, legalizará aun más las soluciones de mercado, reeditará la prepotencia y el antropocentrismo que niega la diversidad de la vida en su rica diversidad y de la vida humana, las diversas maneras de vivir y las construcciones alternativas a los problemas generados por un modelo neoliberal impuesto.

Estos objetivos definidos de manera general como viables, universales, voluntarios no pasan de ser una buena intención y un esfuerzo por sacar algo preciso de esta conferencia.  Se refieren a la lucha contra la pobreza, la modificación en los patrones de consumo, el fomento del desarrollo sostenible de los asentamientos humanos, la diversidad biológica y bosques, océanos, recursos hídricos, mejoras en seguridad alimentaria y energía, incluyendo de fuentes renovables. Se proponen sin hacer clara referencia a nuestra tragedia colombiana, desconocen el conflicto armado y no aluden a la realidad.  Es un gobierno con un doble discurso, de un lado habla de desarrollo sostenible y protección ambiental y por el otro legisla a favor de las corporaciones multinacionales y el sector privado, firma los Tratados de Libre Comercio que atentan contra nuestra soberanía nacional.

Los llamados objetivos del desarrollo sostenible se presentan de manera inconsulta, sin participación alguna de los sectores sociales, las organizaciones ambientalistas, no hacen alusión a la situación de derechos humanos que vive Colombia y no hablan de la garantía de los derechos humanos, colectivos y del ambiente.  


PRINCIPIOS

Afirmamos que otro mundo es posible, donde todos y todas tengamos lo necesario para vivir en un mundo global y podamos disfrutar de nuestro terruño.

Reconocemos el agua, la tierra, las semillas, los bosques como bienes comunes y la alimentación y el agua como derechos humanos fundamentales. En este sentido defendemos la soberanía de las naciones y sus pueblos como garantía democrática y participativa de la gestión pública, solidaria e incluyente.

Reconocemos las transformaciones que se han logrado en la humanidad gracias al movimiento social de las mujeres, defendemos estas conquistas y continuamos la lucha por la justicia de género, la igualdad de oportunidades, el reconocimiento de los valores y las actividades propias de su identidad y autonomía.

Reconocemos la importancia del intercambio inter-generacional como posibilidad de relacionamiento de experiencias, defendemos las prácticas y discursos sobre la economía solidaria, basada en el respeto mutuo, la horizontalidad y la autonomía promovidas desde la autogestión de nuestros territorios, culturas y de nuestra diversidad ecosistémica.

Creemos en un mundo sin violencias, nuestras resistencias las planteamos desde el pacifismo, la democracia y la participación ciudadana.

Afirmamos que la ciudad es la sociedad en su devenir colectivo, lo que significa que deben garantizarse la vida digna y por con siguiente calidad de vida y buen vivir a todas y todos sus  habitantes, con una participación ciudadana constante, constructiva y democrática. 

DENUNCIAS

Rechazamos el modelo político y económico imperante, que especula con la vida y hace de esta un negocio. Nos resistimos a un desarrollo pensado bajo las lógicas de un sistema neoliberal inequitativo, privatizador y antropocéntrico que agudiza la crisis de civilización actual.

Nos oponemos a las actuaciones de las instituciones financieras y tratados internacionales que favorecen a gremios apoyando el modelo de desarrollo económico convencional y que va en detrimento de la expresión popular y democrática que impulsa nuevas prácticas del buen vivir.

Denunciamos el atropello a la multiculturalidad por medio de la imposición de modos de vida individualistas y homogéneos que procuran el posicionamiento de una economía global.

Denunciamos las leyes que privatizan el agua, la tierra, las semillas y los bosques aniquilando la gestión pública, la economía campesina y favoreciendo los prestadores privados y la agroindustria acaparadora de los bienes comunes.

Manifestamos nuestro rechazo contra los gobiernos corruptos que mercantilizan los servicios públicos y los derechos humanos debilitando la autonomía comunitaria –campesina y las posibilidades de tener una vida digna.

Nos declaramos en contra de los agro-negocios, los agro-combustibles y la mercantilización de los bosques por medio de mecanismos como REDD+. Censuramos la utilización de los servicios ambientales como supuesto mecanismo de conservación del medio ambiente. Nos oponemos a las leyes que patentan la vida, venden nuestra soberanía alimentaria y territorial y mercantilizan los recursos genéticos y la biodiversidad.

Denunciamos los megaproyectos como acciones nocivas para el ambiente y las comunidades, provocan el desplazamiento forzado e involuntario de muchas poblaciones y desactivan las cadenas productivas en las regiones, se pierden miles de empleos en la agricultura, explotan y contaminan el agua, destruyen el ciclo del agua y agudizan situaciones de conflicto armado en las regiones donde se proyectan, aumentan los costos de vida, la inseguridad alimentaria y propician la proliferación de plagas entre otros aspectos.

Rechazamos todas las formas de privatización y mercantilización del agua, como el creciente negocio del agua embotellada. Denunciamos la privatización de la gestión pública del agua a través de políticas de transformación y manejo empresarial del servicio de acueducto. Nos oponemos a la desconexión de los servicios públicos que vulneran los derechos de los desfavorecidos.

Estamos en contra de la economía verde porque se escuda en la idea de la conservación del medio ambiente y la mitigación del cambio climático, instrumentalizando la vida como bien económico, despojando a los territorios de la cultura y los saberes populares y la soberanía que ejercen en sus comunidades.

COMPROMISOS

Proponemos impulsar los acuerdo público-comunitarios que fortalecen la gestión público comunitaria del agua, de las semillas, de la vida campesina y de la defensa de los territorios basados en la solidaridad, sin fines de lucro y con una visión y enfoque de economía solidaria.
Nos comprometemos a seguir impulsando la defensa del agua como derecho humano fundamental y como bien público en todos los escenarios de decisión y a través de los actores académicos, sociales, políticos y gremiales.

Difundiremos el saber popular y ancestral de las comunidades como mecanismos de resistencia y alternativas a los modelos hegemónicos de producción y consumo.

Apoyamos las prácticas y los principios de la agroecología: culturalmente aceptable, ambientalmente sano, socialmente justo y económicamente viable. Incentivamos la promoción y creación de redes de producción, comercialización e intercambio de semillas nativas. La agroecología, la producción campesina a pequeña escala y el consumo solidario son capaces de enfriar el planeta.

Reivindicamos la soberanía alimentaria, la importancia de la inclusión de las comunidades campesinas y su retorno a la tierra. Reiteramos la defensa de la vida, la cultura y la economía campesina. Sin semillas no hay alimentos, no hay pueblos, no hay vida.

Impulsamos el comercio local, los sistemas autoabastecimiento y de comercio justo a través de los avales de confianza que estrechan lazos solidarios entre consumidores y consumidoras, productores y productoras, sin la necesidad de procesos impuestos de certificación y control.

Reivindicamos el derecho de las comunidades a elegir libremente qué actividades económicas harán presencia en sus territorios, sin que se les vulneren sus derechos, ni se atropelle su cultura y sus modos de vida particulares.

Nos declaramos en movilización permanente por la defensa de los bienes comunes, abriendo espacios de formación y debate, continuaremos articulándonos entre redes, asociaciones, colectivos, fortaleciendo nuestros procesos asociativos caracterizados por principios de autonomías, solidaridad, mutualismo y equidad entre hombres y mujeres.

Nos adherimos a los principios y valores de la Cumbre de los Pueblos que se llevará a cabo en Rio de Janeiro.

Comité en Defensa del Agua y de la Vida de Antioquia
Comité Metropolitano por la defensa de la Soberanía y la Autonomía Alimentaria
Corporación ECOFONDO
Corporación Ecológica y Cultural Penca de Sábila
Asociación Departamental de Acueductos Comunitarios de Antioquia –ADACA-
Corporación Vamos Mujer
Corporación La Ceiba
Campaña Semillas de Identidad
Movimiento Ríos Vivos
RECLAME Universitario
Red Ambiental Juvenil Cultural Intercorregimental -REDAJIC-
Red de Mujeres Populares Hacia el Futuro
Corporación Entorno Natural
Cine Club Pulp Movies
Corporación Proromeral
Asociación Campesina Agroecológica de la Región del  Boquerón –ACAB-
Asociación Campesina Agroecológica Campo Vivo San Sebastián de Palmitas.
Colectivo Regional de Apoyo a Vía Campesina
Colectivo La Capilla
Corporación Biocahuana.
Red Colombiana de Agricultura Biológica –RECAB-
Red de Consumidores Ecológicos de Medellín –REDCEM-.
Grupo de Investigación Agroecológico –GRAECO-
Grupo de Trabajo en Agroecología y Desarrollo Sostenible – AGROECODES-
Grupo Ambiental Aliados con el Planeta
Grupo Ecológico Econativos
Albor Equipo Ambiental
Corporación de Artes y Oficios de Santa Elena ARCADIA

Encuentro Preparatorio Cumbre de los Pueblos

Del 5 al 8 de junio de 2012 se realizó este Encuentro dividido en los pabellones de agua, soberanía alimentaria y megaproyectos. A través de talleres, conversatorios, exposiciones discutimos nuestra posición frente a la economía verde, llegamos a consensos sobre nuestras denuncias, resistencias y propuestas.

El día 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, se realizó una movilización por el centro de la ciudad de Medellín, reivindicando la defensa de los bienes comunes y los derechos fundamentales al agua y a la alimentación. La marcha culminó en el Jardín Botánico con un evento artístico-cultural con músicos, obras de teatro y el lanzamiento de la primera edición de la revista “Red- construyendo” a cargo de la Red Ambiental Cultural Juvenil intercorregimental REDAJIC.

El día 6 de junio se instaló el panel inaugural con las discusiones y debates sobre el tema de economía verde para luego dar paso a las actividades de los pabellones que también continuaron durante el día 7 de junio. Finalmente el 8 de junio realizamos la plenaria de cierre en donde cada pabellón presentó sus conclusiones y se llegaron a acuerdos para la declaración final.

Algunos temas que se trataron: el derecho a la ciudad, no a la economía verde, campaña no al agua embotellada, filtros caseros, mujeres y agua, semillas de identidad, experiencias agroecológicas, minería e hidroeléctricas, acueductos comunitarios, audiencia pública Túnel de Oriente, intercambio de saberes y semillas, biodiversidad, agricultura urbana, auto abastecimiento local, consumo responsable. 

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